Los fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, brindando a los inversores una amplia gama de opciones, y diferentes tipos de ETFs, para diversificar sus carteras.
Los ETFs permiten a los inversores comprar y vender acciones de un fondo que replica el rendimiento de un índice, sector o clase de activos específicos.
En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de ETFs disponibles en el mercado, proporcionando ejemplos y estadísticas adicionales.
Cuáles tipos de ETFs de existen en el mercado?
Si aun no conoces en qué consiste un ETF, primero debes entender cómo funciona este activo antes de invertir tu dinero en él. En el enlace anterior hemos creado una guía en la cual te explicamos paso a paso en qué consiste, sus características más importantes y orígenes.
1. ETF de bonos
Este primer tipo de EFT permite a los inversores acceder a una cartera diversificada de bonos en un solo instrumento. Estos ETFs pueden incluir bonos del gobierno, bonos corporativos, bonos estatales y municipales, entre otros.
Algunos ejemplos de ETFs de bonos incluyen el iShares Core U.S. Aggregate Bond ETF (AGG) y el Vanguard Total Bond Market ETF (BND)
Según datos de BlackRock, al cierre de 2020, los activos globales en ETFs de renta fija ascendían a 1,8 billones de dólares, lo que representa un crecimiento del 23% en comparación con 2019.
2. ETF de industria
Los ETFs de industria se centran en sectores específicos, como tecnología, bancos o energía.
Estos ETFs permiten a los inversores beneficiarse de las tendencias y el crecimiento en industrias específicas sin asumir el riesgo de invertir en acciones individuales.
Ejemplos de estos ETFs incluyen el Technology Select Sector SPDR Fund (XLK) y el Financial Select Sector SPDR Fund (XLF)
Según el informe de ETFGI, los activos en ETFs sectoriales alcanzaron los 427 mil millones de dólares a finales de 2020.
3. ETF de materias primas
Los ETFs de materias primas permiten a los inversores invertir en recursos físicos como oro, petróleo y gas. Estos ETFs pueden ayudar a diversificar una cartera y proteger contra la inflación.
Ejemplos de ETFs de materias primas incluyen el SPDR Gold Trust (GLD) y el United States Oil Fund (USO).
De acuerdo con la World Gold Council, los activos en ETFs respaldados por oro alcanzaron un récord de 3.751 toneladas en 2020, con un valor de 235 mil millones de dólares.
4. ETF de divisas
Los ETFs de divisas brindan exposición a diferentes monedas, como el euro o el dólar estadounidense. Estos fondos pueden utilizarse para cubrir riesgos cambiarios o aprovechar las fluctuaciones en los tipos de cambio.
Ejemplos de ETFs de divisas incluyen el Invesco CurrencyShares Euro Trust (FXE) y el WisdomTree Bloomberg U.S. Dollar Bullish Fund (USDU)
Según ETF.com, los activos en ETFs de divisas alcanzaron aproximadamente los 3.400 millones de dólares a finales de 2020.
5. ETF internacionales
Los ETF internacionales invierten en acciones y bonos de empresas extranjeras, ofreciendo exposición a mercados financieros fuera del país de origen del inversor.
Estos ETFs pueden incluir inversiones en países individuales o bloques de países específicos, como los mercados emergentes o Europa.
Ejemplos de ETF internacionales incluyen el iShares MSCI EAFE ETF (EFA) y el Vanguard FTSE Emerging Markets ETF (VWO)
Según datos de Morningstar, los activos en los diferentes tipos de ETFs internacionales alcanzaron los 2,8 billones de dólares a finales de 2020.
6. ETF de acciones
Los ETF de acciones son instrumentos que invierten principalmente en acciones y están destinados al crecimiento a largo plazo.
Aunque suelen ser menos riesgosos que las acciones individuales, conllevan un mayor riesgo que otras opciones como los ETF de bonos.
Ejemplos de ETF de acciones incluyen el SPDR S&P 500 ETF Trust (SPY) y el Invesco QQQ Trust (QQQ).
De acuerdo con ETFdb.com, los activos en ETF de acciones en los Estados Unidos alcanzaron los 5,3 billones de dólares a finales de 2020.
Por qué invertir en un EFT (Ventajas y Riesgos)
Las personas que están invirtiendo por primera vez pueden encontrar en los ETFs una opción atractiva por varias razones. Aquí hay cinco razones para considerar invertir en ETFs y algunos riesgos asociados.
Diversificación
Los ETFs permiten a los inversores acceder a una cartera diversificada de acciones, bonos u otros activos en un solo instrumento de inversión.
Esto reduce el riesgo específico de una empresa o sector y puede proporcionar una exposición más equilibrada a diferentes áreas del mercado.
Riesgo asociado a la ventaja
Aunque los ETFs ofrecen diversificación, no eliminan por completo el riesgo de mercado. Si el índice bursátil, o sector, que rastrea un ETF experimenta una caída, el valor del ETF también disminuirá.
Bajo costo
Los ETFs suelen tener una estructura de costos más baja en comparación con los fondos mutuos tradicionales.
Esto se debe a que la mayoría de los ETFs son fondos pasivos que replican un índice y, por lo tanto, tienen menores costos de administración y operación. Esto es un factor clave a largo plazo.
Riesgo del bajo costo
Aunque los ETFs suelen tener bajos costos, es importante tener en cuenta que algunos ETFs especializados o de nicho pueden tener costos más altos.
Además, los inversores deben considerar los costos de transacción, como las comisiones de corretaje, al comprar y vender ETFs.
Flexibilidad y liquidez
A diferencia de los fondos mutuos, que se compran y venden al final del día a su valor liquidativo (NAV), los ETFs se negocian en bolsa como las acciones, lo que permite a los inversores comprar y vender ETFs durante el horario de negociación del mercado. Esto brinda flexibilidad y liquidez a los inversores.
Ahora bien, aunque los ETFs suelen ser líquidos, algunos ETFs menos populares o de nicho pueden experimentar una menor liquidez y mayores spreads bid-ask, lo que podría afectar el costo de transacción.
Transparencia
Los diferentes tipos de ETFs son generalmente más transparentes que los fondos mutuos, ya que su composición se actualiza diariamente y está disponible públicamente.
Esto permite a los inversores comprender fácilmente qué activos contiene el ETF y cómo está estructurado.
No obstante, a pesar de la transparencia, los inversores deben tener cuidado con los ETFs que utilizan estrategias de trading complejas, como los ETFs apalancados o inversos, ya que pueden ser difíciles de entender y pueden no ser adecuados para inversores principiantes.
Facilidad de acceso
Con una amplia variedad de ETFs disponibles en el mercado, los inversores principiantes pueden acceder fácilmente a diferentes clases de activos, sectores e industrias, así como a mercados internacionales y emergentes.
Esto permite a los inversores diversificar aún más sus carteras y beneficiarse del crecimiento en diferentes áreas del mercado.
Finalmente, debes tener presente que, aunque los ETFs brindan acceso fácil a diferentes áreas del mercado, los inversores deben investigar y comprender los riesgos y características específicas de cada ETF antes de invertir.
Además, y muy importante, los inversores no deben basar sus decisiones de inversión únicamente en la popularidad o el rendimiento pasado de un ETF.
En conclusión, una vez conoces los tipos de ETFs que existen y cuáles son sus características, ventajas y riesgos asociados, ahora cuentas con la información necesaria para tomar una decisión de inversión.
No olvides realizar un análisis fundamental del mercado al que quieras entrar antes de tomar cualquier decisión.