Comprar un vehículo es una decisión muy importante que no debes tomar a la ligera, y mucho menos si desconoces los costos de un auto.
Antes de dar este gran paso es recomendable que evalúes muy bien tu estatus financiero, y determines si estás capacitado para hacer esta compra sin incurrir en deudas.
Ten en cuenta que no puedes concentrarte únicamente en el precio de venta, ya que los gastos asociados a esta operación también juegan un rol crucial en el corto, mediano y largo plazo.
De igual forma, debes entender que este tipo de compras no pueden ser impulsivas ni pasionales, o de lo contrario podrían asestarles un golpe bajo a tus finanzas.
Costos asociados a la compra de un auto:
Los costos de un auto debes tomártelos muy en serio, en especial si es la primera vez que vas a hacer una inversión de tal magnitud.
Hoy te contaremos cuáles son los más relevantes y qué medidas podrías implementar si quieres mantenerlos bajo control durante todo el proceso.
Mientras más conocimientos tengas sobre este tema, más posibilidades tendrás de tomar la decisión correcta y de administrar tu dinero con eficiencia.
Estos son los costos de un auto que deberías evaluar con mucho cuidado antes de involucrarte en este proceso:
1. Crédito o financiamiento
No todas las personas tienen la posibilidad de comprar un auto de contado, y por ello recurren al crédito para encarar este proceso de manera más cómoda.
Es cierto que el financiamiento puede ser tu mayor salvavidas a la hora de comprar un auto, pero también debes considerar sus letras pequeñas, como por ejemplo, su tasa de interés.
Mientras más extenso sea el plazo de pago, más alta será dicha tasa. Por lo tanto, terminarás pagándole más dinero al banco del que te gustaría.
No obstante, la banca no es la única autorizada a otorgarte créditos para comprar un auto, aunque es innegable que muchas veces puede ser una gran aliada.
Por ejemplo, algunos concesionarios te ofrecen un financiamiento más rápido y directo, ya que suele provenir de la misma marca, o de sus entidades asociadas.
Hace algunos años esta opción era la menos atractiva para los compradores porque sus plazos y tipos de interés eran muy asfixiantes, pero hoy en día esto ha cambiado.
Es decir, que puedes evaluar las condiciones del financiamiento que te estaría ofreciendo el concesionario, y compararlas con las que tienen algunas entidades bancarias de tu confianza.
2. Matriculación e IVA
Este es uno de los costos de un auto más comunes e importantes. Sencillamente no puedes obviarlos ni dilatarlos bajo ningún motivo o circunstancia.
En algunos países, como Colombia, al comprar un auto estás obligado a pagar un 19% de IVA, y por lo general este porcentaje no está incluido en el precio inicial.
No obstante, cada vez hay más concesionarios que les ofrecen períodos de gracia a sus clientes, e inclusive, planes en los que les exoneran el pago de los intereses, o del IVA, por un tiempo determinado.
Por su parte, la matriculación no es más que el trámite con el que se le asigna una placa al vehículo, en caso de ser nuevo, y su costo depende fundamentalmente de la facturación final.
En concreto, no hay forma de que te saltes el costo de matrícula porque está vinculado al registro del vehículo ante el organismo de tránsito del país donde te encuentres.
3. Seguro de accidente de tránsito
Este es otro de los costos de un auto que debes tener en cuenta antes de meterte de lleno en el proceso de compra.
Si no lo haces podrías verte tentado a perjudicar tus ahorros, o a tomar acciones contraproducentes para tus finanzas.
En muchos países es obligatorio pagar por un seguro de accidente de tránsito cuando se efectúa la compra de un carro.
El precio depende de su tipo: familiar, campero, camioneta, etc., de modo que estos costos de un auto no son fijos o invariables.
4. Impuesto de vehículos
El impuesto de vehículos atiende a un pago anualizado y se les impone a todos los vehículos (al menos en países como Colombia).
En este caso su valor dependerá de su respectivo avalúo comercial, es decir, de factores como su línea, modelo, marca o cilindraje.
5. Póliza de seguros
Este costo no es obligatorio, pero de igual forma sería muy responsable que lo asumas. De esa manera estarías protegiendo tu auto en caso de que sufra algún daño parcial o total.
Las personas más precavidas suelen contratar una póliza contra todo riesgo, debido a que les ofrece una cobertura por:
- Pérdida parcial del carro por daños o hurto.
- Protección patrimonial para daños.
- Pérdida total del auto por hurto o daños.
- Responsabilidad social extracontractual.
- Asistencia jurídica.
- Protección patrimonial para daños y responsabilidad civil extracontractual.
Cada póliza tiene un valor diferente porque intervienen factores como: el perfil del asegurado, estado actual del auto, marca, modelo y valor comercial, y por supuesto, el índice de siniestralidad.
6. Costos de gestoría e impuestos
Estos varían en función del lugar de radicación y del estado del vehículo, es decir, si es nuevo o usado.
Los más comunes son los impuestos nacionales o aranceles de importación, la certificación de la firma, cédula, título y demás trámites para comenzar a tributar.
Adicionalmente, figuran las cargas municipales o los impuestos provinciales, tales como la patente, o el formulario de alta en la jurisdicción.
Lo bueno es que estos costos de un auto deben hacerse una sola vez y no de manera recurrente.
7. Gastos del concesionario
Los más comunes son la solicitud de verificación física, el flete, grabado de autopartes y el formulario de inscripción inicial.
Generalmente, estos gastos equivalen al 5% del valor del auto, y es una cifra que debes tener en cuenta a la hora de hacer tus cálculos.
8. Traspaso
Si vas a comprar un carro usado también debes considerar el costo del traspaso. Con este proceso legalizarás el cambio de propietario y obtendrás un certificado de libertad ante el organismo de tránsito.
Sin embargo, este gasto suele dividirse entre el comprador y el vendedor, lo cual podría aligerarte un poco esta carga.
9. Costos extraordinarios y de mantenimiento
Los autos nuevos deben someterse a revisiones periódicas para que puedan conservar su garantía, lo cual agrega un gasto a la lista.
Ten en cuenta que los gastos de muchas marcas son significativos, y que debes analizarlos a detalle para mantener un buen control de gastos.
Cómo administrar mejor el dinero antes de la compra
Ahora que conoces los costos de un auto que deberás asumir al momento de dar este paso, nos gustaría compartirte algunas recomendaciones básicas para que administres mejor tu dinero.
1. Despídete del contrato de arrendamiento:
Si no tienes un carro propio y estás usando uno rentado, lo más sabio es que te despidas de tu contrato de arrendamiento antes de iniciar el proceso de comprar tu propio vehículo.
Según un reporte de CNBC, esta es una excelente estrategia financiera si estás pensando concretar una inversión de este tipo.
Esto se debe a que los acuerdos de arrendamiento de vehículos suelen contener cláusulas muy duras para tus finanzas, en especial si deseas ponerles fin de forma abrupta.
2. Negocia los precios:
Este es uno de los consejos más útiles que podemos darte, y si decides ponerlo en práctica podrías ahorrarte un buen dinero.
Básicamente, deberás negociar las mejores tasas de préstamo o financiamiento, en lugar de aceptar una propuesta de la banca de buenas a primeras.
Negociar el precio de lista del vehículo también es posible, y en algunos casos los concesionarios suelen ser flexibles con sus clientes, llegando a mejorárselos ligeramente.
En resumen, lo ideal es que acudas a tu banca de confianza con antelación para que negocies una tasa de financiamiento que se ajuste a tus necesidades, y sobre todo, a tu presupuesto.
3. Analiza bien los costos de mantenimiento:
Dentro de los costos de un auto que te hemos presentado, estos son unos de los más críticos. Y lo cierto es que si no los analizas bien podrían generarte muchos dolores de cabeza.
La premisa básica es la siguiente: debes saber cuánto te costará mantenerlo en buen estado durante toda su vida útil.
Las camionetas suelen tener costos de mantenimiento más elevados que los autos pequeños, y esta es una variable que deberías tener en mente si deseas hacer tus cálculos correctamente.
Tu trabajo consistirá en definir si vale la pena comprar el vehículo que tienes en mente, en caso de que su mantenimiento te pegue muy fuerte en el bolsillo.
4. No te dejes cegar por la marca:
Aunque no lo creas, uno de los peores errores que puedes cometer es sustentar tu decisión de compra en la marca del auto.
Los expertos recomiendan que hagas tus investigaciones en función a las características o beneficios principales que esperas conseguir en tu auto.
Por ejemplo, si deseas que tenga asientos con calefacción, buena tracción en sus cuatro ruedas, o un techo solar, lo más recomendable es que consideres opciones afines a esos criterios.
En palabras sencillas, no centres tus búsquedas únicamente en las marcas, sino en lo que esperas que te ofrezca tu carro soñado.
Así podrás contemplar una mayor cantidad de alternativas y decantarte por la que mejor satisfaga tus gustos, finanzas y necesidades.
5. No te endeudes más de la cuenta:
Si te dejas seducir por el banco o el concesionario podrías terminar comprando un auto cuyo precio exceda tus capacidades financieras.
En consecuencia, estarías poniendo en riesgo tus ahorros, o sacrificando tus ingresos desproporcionadamente.
Lo más razonable es que hagas tus cuentas, y definas el presupuesto máximo para comprar un auto, sin incurrir en endeudamientos desmedidos.
Comprar un auto debe ser una decisión inteligente
Si te dedicas a conocer todos los costos de un auto con anticipación y detalle, es muy probable que termines tomando la decisión correcta.
Recuerda que este paso surtirá un gran impacto en tu estatus financiero, y que debes actuar con cautela para que este proceso no se te salga de las manos.
Continuar leyendo: Cómo conseguir un préstamo online de inmediato si necesitas dinero